jueves, 15 de junio de 2017

COMPRAR VS. INVERTIR

Recientes acontecimientos en el sistema financiero me han hecho reflexionar sobre la diferencia entre estos dos conceptos, que pueden extrapolarse a cualquier otro sector, y pueden ayudar en la toma de decisiones financieras.

A veces puede surgir confusión a la hora de interpretar cada uno de ellos, incluso confundirse ambos. Con toda humildad, voy a intentar arrojar un poco de luz sobre este asunto. Y al mismo tiempo, lo que puede llegar a sorprender, desmitificar los prejuicios asociados a los mismos, ya que, por lo general, la mayoría somos confiados compradores pero sentimos cierta aversión a las inversiones.

A mi modo de ver el concepto de inversión está íntimamente ligado al de riesgo, y por tanto puede derivar en cualquiera de estos tres resultados: ganancia, paridad o pérdida. Hasta que no se ejecuta la desinversión no se puede saber lo que sucederá. Evidentemente, mientras dura el proceso se puede ir teniendo información sobre el estado de la inversión, pero hasta que no se desinvierte y se cumple con  Hacienda, no se puede hablar de resultado.

Y éste será positivo, y por tanto arrojará una ganancia, si el valor de la desinversión supera al de la inversión. Existirá paridad si ambos valores coinciden. Resultado neutro. Y supondrá una pérdida si sucede lo contrario.


Sin embargo, cuando pensamos en una compra excluimos el potencial de ganancia. ¿Qué quiero decir con esto? Si compro algo, estoy aceptando pagar un precio a cambio del valor que me reporta, en un instante concreto, determinado bien o servicio, entiendo que soy el consumidor final, y asumo que su valor no podrá incrementarse, en todo caso, lo más probable es que descienda considerablemente. Ejemplo ilustrativo: Vamos a comprar un coche nuevo y nada más salir del concesionario intentamos venderlo. ¡A ver lo que nos dan por él!

Cuando decimos que henos comprado acciones, en realidad lo que hemos hecho es invertir en acciones. Cuando decimos que hemos comprado lotería, en realidad lo que hemos hecho es invertir en lotería. Cuando decimos que hemos comprado nuestra casa (evidentemente me refiero a cuando hemos terminado de pagarla, porque mientras tanto el titular legal es la entidad financiera que nos ha prestado el dinero), estamos asumiendo que no tenemos ni la más remota intención de deshacernos de ella.

Por tanto, cuando invertimos en algo, tenemos la esperanza de un beneficio. Por el contrario, cuando compramos algo asumimos que conocemos el valor que le asignamos, lo aceptamos y no estamos pensando en una posible revalorización.

La idea de compra va asociada a la de inmediatez, la gratificación empieza en el momento de la compra (otro tema a considerar sería la separación temporal del instante de la compra y el adelanto o aplazamiento del pago de la misma) y puede prolongarse más o menos a lo largo del tiempo. La idea de inversión está ligada a un aplazamiento de la gratificación, que lógicamente se espera, pero se pospone hasta un momento posterior en el tiempo, cuando se materialice la desinversión.

Asociándolo a lo que dice Kiyosaki, no sería correcto hablar de comprar activos. En un activo se invierte.

¿Tenemos claro cuándo estamos comprando y cuándo invirtiendo?

Creo que sería una buena filosofía plantearse esta cuestión cada vez que vayamos a realizar un gasto.

sábado, 3 de junio de 2017

OPINATRON

Hace poco he tenido la gran suerte de conocer en persona a MARC. Es un chaval diferente, de los que hay pocos. Edita su propio blog sobre dinero y bolsa.

Inquieto, activo, curioso, solidario, esforzado, servicial, cercano... y muy amable. Me invitó recientemente a la presentación de su libro "Inversión y gestión del dinero al alcance de todos. Mejora tu calidad de vida aprendiendo a gestionar tu dinero".

Hemos tenido la oportunidad de cambiar impresiones sobre asuntos que a ambos nos interesan y me invitó a participar en una encuesta que acaba publicar. He querido dedicarle a mis respuestas todo el cariño que creía que se merecían, y como pienso que también pueden ser de vuestro interés he decido compartirlas aquí. Así mismo os invito a conocer las opiniones del resto de los encuestados siguiendo la línea de esta publicación: Compartir para crecer.

Y antes de seguir, un comentario. Aunque el artículo habla de expertos, he de decir que es una palabra que me rechina. Cuando alguien se presenta a sí mismo como tal, de entrada ya me genera cuando menos desconfianza. Y cuando alguien, en mi presencia, se refiere a mí con ese término, inmediatamente le rectifico y eso es lo que pretendo hacer aquí. Otra cosa muy diferente es experiencia. De ésta sí que cada uno tenemos la nuestra, y como a mí me han servido de mucha ayuda y me gusta aprender de las de los demás, desde hace 5 años, en reciprocidad, compartir las mías es lo que mantiene viva la ilusión por esta publicación.

Ahora sí, aquí está:


Nota 21/10/2017: Marc ya ha publicado su 2º libro. Si te gustó el primero, no te puedes perder éste.