Se acerca el final del año y el comienzo del próximo. Los comercios ya nos están ofreciendo los artículos propios de la Navidad. ¿Y tú, has empezado a plantearte algún propósito para el nuevo año? ¿Quizás cambiar algo que no te satisface, subsanar alguna deficiencia, remediar ciertas carencias... o dejar todo tal como está? Es hora de ir haciendo balances... y presupuestos, para la toma de decisiones.
Si todo va bien y las perspectivas son halagüeñas: perfecto, enhorabuena. Si no es así, habrá que ir pensando en alternativas. Las cosas no cambian solas, habrá que hacer algo. ¿Qué hay que modificar y cómo hacerlo? ¿Alguna sugerencia?
¿No te parece acertada esta frase? Puede que sea el momento de planteársela muy en serio.