El caso es que no recuerdo haber utilizado nunca la "L", porque no tenía coche propio, el familiar era de uso restringido, y pasaron algunos años, cuando ya había vencido ampliamente el periodo reglamentario de prácticas, hasta que dispuse del mío.
Me refiero a la "L" de conducir, porque la otra, la de la inquietud, la curiosidad y el aprendizaje constante, la he llevado siempre en la espalda, en el pecho y en la mente.
Por regla general, la inspiración me viene en horizontal ( tumbado, vamos ), alguna vez también sentado, como el otro día cuando hablaba con Jonathan, y no con tanta frecuencia, en vertical ( de pie ), como hoy, mientras me estaba afeitando. Hablo de inspiración con toda la modestia del mundo, me refiero sencillamente a la redacción de esta publicación. Pero no por modesta es menos importante. Me ha hecho reflexionar, cuestionarme otras cosas, recordar, madurar, enlazar ideas... me ha revelado temas para otras publicaciones. Pero eso queda para otro día.
No quisiera terminar sin añadir lo siguiente: pon una "A" delante de la "L".
AutoLearning, no dejes que te digan lo que tienes que aprender.