"CONGRESO DE RATONES
Los ratones estaban celebrando un Congreso en el que participaban todos, desde el más importante al más insignificante ratoncillo de la región. porque lo que se discutía en aquella reunión era de sumo interés para todos.
- Bien sabéis de qué se trata - dijo el ratón Informador - . Desde tiempo inmemorial estamos padeciendo la persecución y las asechanzas de nuestro común enemigo el Gato. Y hemos considerado que ya es hora de que tratemos de encontrar una solución al problema.
- Ésa es la cuestión - dijo el ratón Presidente -. Y nos hemos reunido para ver si entre todos hallamos el modo de evitar que el Gato siga haciendo escabechinas entre nosotros como hasta el presente. Por eso, a todo aquel que se le ocurra alguna idea, que la exponga para que la estudiemos."
Y así, no sin dificultades para sacar adelante el debate, fueron interviniendo uno tras otro el ratón Alguacil, el Ingenuo, el Dicharachero, el Irónico, el Moderador, el Imaginativo, el Práctico, el Soñador, el Ignorante, el Cazurro, el Insidioso, etc. Opiniones a favor, opiniones en contra, sin llegar a nada concreto, hasta que intervino el ratón Fantasioso:
¡ Silencio todo el mundo que se me acaba de ocurrir una idea genial !
Hubo murmullos de interés.
- ¿ Cuál es esa idea ? - preguntó el ratón Presidente.
- Muy sencillo - continuó el ratón Fantasioso -. ¡ Se le pone un cascabel al Gato y ya está !
- ¿ Y un cascabel para qué ? - preguntó el ratón Torpe.
- ¡ Está muy claro ! - explicó el ratón Fantasioso -. Lo malo del gato es que siendo tan silencioso nunca le oímos llegar y así nos atrapa fácilmente. En cambio, si lleva un cascabel, siempre le delatará su sonido y nunca nos pillará de sorpresa.
Hubo un ¡ Hurra ! entusiasmado de la concurrencia. La idea parecía tan buena que todos empezaron a vitorear a su autor.
Pero cuando el ratón alguacil logró a duras penas restablecer la calma, se escuchó la voz del ratón Sensato que decía:
- ¿ Y quién le pone el cascabel al Gato ?
Y tenía razón. La idea era buena pero irrealizable, porque ningún ratón era capaz de ponerle al Gato su cascabel.
Y ésta es la moraleja del cuento: De nada valen las ideas por fantásticas que sean si no pueden ser llevadas a cabo. FIN".
Mira que he oído hablar de varios programas de TV que hacen referencia al cascabel o al gato y no se me hubiera ocurrido asociarlo con este cuento. O no me acordaba. Nos lo están diciendo desde niños. El Alzheimer parece no ser exclusivo de la edad avanzada. Ahora se trata de cada uno lo aplique a lo que se le venga a la cabeza. Luego no digas que no te avisé.