sábado, 14 de marzo de 2015

APRENDE DE LOS ERRORES DE LOS DEMÁS

Hoy sería el cumpleaños de ALBERTO, uno de los grandes genios de la Historia de la Humanidad. Aunque no seamos del todo conscientes, gran parte de los avances tecnológicos de la actualidad provienen de sus revolucionarios descubrimientos. El progreso de la Civilización es fruto de las aportaciones que personas como él nos han ido proporcionando a lo largo de los siglos. Los demás hemos aprendido de sus conocimientos, de sus experiencias y de su generosidad al compartirlos. A los que avanzan en primera línea, no les queda más remedio que experimentar con sus propios fracasos y extraer sus consecuencias. Los que formamos la retaguardia disponemos de una gran ventaja. Podemos aprender de sus errores, mucho más rápido de lo que ellos lo hicieron.

Siempre he entendido la docencia como la divulgación y aceleración del conocimiento. Es cierto que muchas cosas tenemos que experimentarlas en nuestras propias carnes para entenderlas y aprenderlas, pero cuántas no hemos aprendido sencillamente por que nos las han transmitido otros que las han conocido antes que nosotros, a veces por simple imitación.

Un conocido me comentó hace algún tiempo, refiriéndose a los deportistas más sobresalientes, que los "cracks" son capaces de aprender de los errores de los demás, de modo que su aprendizaje se acelera y les permite llegar a destacar. Yo pienso que todos podemos ser cracks, de hecho todos lo somos, porque muchas cosas las hemos aprendido sin necesidad de gozar (o padecer) de determinadas experiencias en primera persona.

Nuestra tarea debería ser incrementar el ratio: conocimiento / experiencia

La lectura ha sido tradicionalmente la fuente principal de conocimiento. A día de hoy la invasión de diferentes formatos audiovisuales, favorecidos por la tremenda expansión de internet, está facilitando enormemente su difusión, incluso entre los más "vagos".

En demasiadas ocasiones los miedos son nuestra principal barrera. No nos damos cuenta de que un miedo se supera sencillamente asumiendo la peor de las consecuencias.



Sea como sea, experimentemos más y aprendamos más superando el pánico al error.