Nos pasamos la vida pretendiendo acaparar títulos, reconocimientos, cargos, posición, estatus, queriendo salir en la foto, en compañía o en solitario... ¿Para qué?
Presumimos de responsables, inteligentes, solidarios... cuando en realidad vivimos atrapados por docmatismos, doctrinas, servidumbres, fanatismos, que ni siquiera reconocemos, y por tanto nunca nos hemos llegado siquiera a cuestionar.
Gastamos dinero que no tenemos, en cosas que no necesitamos, para impresionar a personas a las que no le importamos.
El consumismo aplaca nuestros síntomas pero no es efectivo para curar nuestros miedos.
Arrasamos con el papel higiénico por pánico a perder la última conquista en nuestro ascenso por la pirámide de Maslow.
Envanecimiento, engreimiento, arrogancia, vanidad, soberbia, orgullo, narcisismo, ostentación, presunción, jactancia, fatuidad, vanagloria, altivez, altanería, prepotencia, superioridad...
Tantas tentaciones baratas, una sola y simple virtud.