Hacía 8.000 años que no venía a visitarnos, y no volverá a hacerlo hasta dentro de otros 8.000. Sus escapaditas no son nada despreciables, un año luz, más o menos. A la vuelta de la esquina cósmica.
Nos va a encontrar un poco cambiados desde la última vez. ¿Nos habrá echado de menos? Ahora ya le conocemos. ¿Estaremos aquí para recibirle a su regreso?