De dar explicaciones, de pedir permiso, de aguantar lo inaguantable, de soportar al de arriba, al de abajo y al de al lado, de no poder hacer lo que uno desea, cuando le apetece y con quien quiere.
¿ Por qué no tratar de convertir un suplicio permanente en una fiesta indefinida ?
¿ Por qué tiene que decidir otro lo que vale mi trabajo, mi esfuerzo, mi dedicación, mi sacrificio ?
¿ Por qué no puedo dedicar a mi familia el tiempo que quiero cuando yo decido ?
¿ Por qué no puedo coger las vacaciones cuando me interese, o mejor aún, convertir mi vida en tiempo de ocio permanente ?
¿ Por qué no puedo permitirme los caprichos que mi sueldo me prohibe ?
¿ Por qué estoy malgastando mi vida en beneficio de otros ?
¿ Por qué tengo que seguir rodeado de gente que no me aporta nada ?
¿ Por qué tengo que seguir rodeado de gente que no me aporta nada ?
¿ Por qué ?