viernes, 20 de octubre de 2017

VENTAS

Uno de los grandes negocios del momento es la clásica formación profesional. Mucha gente pretende vivir de ella, tanto en el sector público como en el privado. Dudo que los alumnos vayan a ser capaces de sacar partido a la mayor parte de los esfuerzos en esta línea. Nos hemos convertido en coleccionistas de títulos como si éstos fueran a garantizarnos el porvenir que creemos merecer. Claro que es buena la formación, cuanta más mejor, si es de calidad, está alineada con las aptitudes y actitudes de cada persona, y está bien orientada a su fin último que es la capacitación para el ejercicio de determinada profesión. Lo demás es sólo eso, un negocio.


Acabada la etapa formativa tradicional toca lanzarse al desconocido mundo laboral. Los novatos no se dan cuenta de sus particularidades coyunturales. Algunos veteranos, alertados por su experiencia, que sólo el tiempo puede proporcionar, les avisan por activa y por pasiva de que el mercado es cada vez más competitivo, que los buenos empleos son cada vez más escasos y peor remunerados, que la estabilidad y seguridad de los mismos se convierten en una quimera, que a fin de cuentas lo verdaderamente importante es que sean capaces de vender su carácter diferencial.

A lo largo de nuestra vida todo el mundo se ha encargado de vendernos algo en esta economía consumista en la que nos ha tocado lidiar, pero ¿ quién nos ha enseñado a vender ? Ésa es la asignatura pendiente que va a marcar la diferencia entre el apto o no apto en el ruedo de verdad, ése en el que muchos títulos están de más.

Lo que demanda y demandará siempre una economía de mercado, cualquiera que sea el sector de actividad, incluso imprescindible para cualquier profesional liberal, es una buena formación en ventas adaptada a cada especialidad. ¿ Creamos escuela ?

Cuanto antes, empieza a practicar.


EL QUE AVISA NO ES TRAIDOR

DEMOLEDOR este informe de la OCDE


No estaría mal que te fueras planteando cómo pretendes que sea tu jubilación y empezaras a tomar cuanto antes medidas inteligentes para compensar el tremendo desequilibrio que se avecina. El que avisa no es traidor.

lunes, 2 de octubre de 2017

DÍA DE LA EDUCACIÓN FINANCIERA

La información económica que estamos acostumbrados a escuchar en los medios de comunicación utiliza frecuentemente una terminología y unos datos imprecisos, ambiguos, o fuera de contexto, que ni siquiera entienden quienes nos los transmiten. ¿Acaso sabes exactamente qué es el IPC, qué productos o servicios lo componen, qué precios tiene en cuenta, cómo se consiguen los datos, cómo se calcula, cómo se actualiza, y lo que es más importante, qué efecto puede tener en tu economía particular?

Por lo general se trata de conceptos macro, grandes números que se suelen emplear para el estudio de la economía de un país, de una zona económica o de la economía mundial.

Para los que se dedican a tomar decisiones a ese nivel puede que sean datos útiles, pero ¿cómo te afectan a ti y qué utilidad te reportan?


El IPC que más te interesa a ti es tu propio IPC. ¿Lo conoces?

Lo mismo se puede decir del resto de variables económicas. Las tuyas personales son sin duda las más importantes para la gestión de tu economía.

Para disfrutar de una economía familiar saneada es más que aconsejable conocer y registrar de manera regular los datos relativos al gasto e ingreso periódicos y así poder conocer el nivel de ahorro o deuda asociados.

Tus propios datos y su análisis te proporcionan la información que es verdaderamente esencial para tu estabilidad financiera.

Las cuatro operaciones básicas y un poco de sentido común, en demasiadas ocasiones el menos común de los sentidos, junto con un poco de disciplina, es más que suficiente para disfrutar de una economía saneada y próspera.

Convierte en un hábito el interés por la gestión de tus finanzas personales y disfrutarás de un sueño más plácido

Todos los días deben merecer el honor de ser el DÍA DE LA EDUCACIÓN FINANCIERA.