En la mayoría de los modelos educativos, formativos, o de cualquier tipo de mejora y transformación personal, se suele abonar una matrícula, que te proporciona el derecho de asistencia, y la pertenencia a una comunidad.
En algunos se comprometen a facilitarte información, e incluso contactos, para poder realizar prácticas durante o tras la graduación.
Los menos, te ofrecen incluso cierta remuneración.
Como el nadar, o el montar en bicicleta, no existe otra forma de aprender que asumiendo el riesgo de tirarse al agua o de levantar los pies del suelo y poner a prueba nuestro equilibrio y coordinación.
¿Y si existiera la posibilidad de tener simultáneamente todo eso y mucho más, e iniciar una carrera profesional al mismo tiempo que se practica, que se establecen gratificantes relaciones profesionales, que se consigue una interesante remuneración, e incluso se consolida una estabilidad a largo plazo?