sábado, 31 de octubre de 2015

MUERTOS VIVIENTES

La palabra "zombie" se usa hoy en día para describir a la gente que va por la vida en un estado como de trance, haciendo las mismas cosas una y otra vez sin experimentar entusiasmo ni placer.

Vas por la calle y observas gente con el piloto automático activado, que no sabe ni a dónde va. Pasas por delante de los escaparates de negocios de barrio tradicionales y ves al dueño tras el mostrador pasando tediosamente el tiempo esperando la edad de jubilación. Visitas una oficina y percibes cómo los empleados tienen miedo de levantar la vista de la pantalla del ordenador o el culo del asiento, por si son los próximos en ser despedidos. Y de un modo parecido transcurre la vida laboral de muchos asalariados que aborrecen su empleo pero que no se atreven a decir basta.

Llega la fiesta de Halloween y nos disfrazamos para su celebración sin percatarnos de que ya vamos disfrazados todos los días sin ser conscientes de ello. Los tiempos cambian, y lo que era útil ayer queda obsoleto y es ineficaz hoy. Nos estamos adentrando en una época en la que el empleo tradicional no sólo no se va  a recuperar, sino que va a ser cada vez más escaso. En la que para disfrutar de una jubilación digna no va a ser suficiente dedicar toda una vida profesional al servicio de otro, En la que los estados se están viendo desbordados en su capacidad de proteger mínimamente a sus administrados.

No es una situación nueva, pero sí diferente. En otros periodos de la Historia ha pasado algo parecido. En el siglo XVIII, hace poco más de 200 años, empezó a gestarse lo que hemos conocido como la Era Industrial. Antes no había fábricas, no había megaciudades, no había electricidad, no existían los empleos que hemos conocido, no se podía viajar en avión, ni ir de vacaciones en crucero.

Ahora estamos asistiendo a una transformación  sin precedentes que se está desarrollando a un ritmo vertiginoso. Si hay que hacer caso a Darwin, no sobreviven los más fuertes, sino los que mejor se adaptan a los cambios. Y el gran cambio se está produciendo ya.

Los tremendos avances tecnológicos y muy especialmente la popularización de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones están poniendo al alcance de los más atrevidos e inquietos una nueva forma de vida. La posibilidad de vivir donde queramos, trabajar desde casa sin tener que fichar cada día, disfrutar de libertad para elegir a nuestros compañeros, disponer de más tiempo para la familia y el ocio, ir de vacaciones cuando nos apetezca... y muchas otras ventajas están al alcance de la mano. ¿ Queremos cambiar ? La decisión es nuestra.