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Hace algún tiempo que empecé a publicar este blog. En la segunda entrada, del
5 de marzo del 2012 ya escribí sobre este asunto. Ha sido una constante en estos dos
años. Pero hoy ( y me refiero al 24/05/2014 ) ha acontecido algo especial. Desde el comienzo, también he hecho referencia en varias ocasiones al tópico: "cuando yo era pequeño", y precisamente sobre ello quiero escribir hoy.
Tenía 5 o 6 años cuando destinaron a mi padre a Madrid. Los fines de semana regresaba a casa en el correo. Llegaba el sábado por la mañana, a primera hora, para volver a marcharse el domingo por la noche.
La estación quedaba cerca de casa, de manera que cuando oíamos y veíamos llegar el tren, comentábamos: "En quince minutos papá estará en casa". Nos solía traer algún regalo. Sólo recuerdo uno: un número 10 y una camiseta. Me he dado cuenta de que desde aquel día, mi corazón es blanco.
Ayer me sentí orgulloso de mi fidelidad. Estaba, en agradable compañía, viviendo intensamente el acoso del último cuarto de hora del tiempo reglamentario, y haciendo cábalas sobre el añadido. Resultó ser superior al esperado. Comentaba: "Vamos bien, me gusta cómo se están entregando, lo vamos a conseguir, venga Sergio". Y apareció su cabeza. ¡ Ya está, el éxtasis ! Me imaginaba a Florentino diciéndole, como Herodes a
Salomé: Pídeme lo que quieras, te daré la mitad de mi reino.
Fue un día grande, memorable. No lo olvidaré. El grande entre los grandes tuvo un más que digno rival, un humilde entre los grandes, tan grande como el que más. Tras doce años, final histórica entre vecinos de la misma ciudad, partido intenso, sin demasiadas oportunidades, pero vibrante, en el que el más mínimo error acarreaba recibir un gol. Y así fue 1 y 1. Dos. Uno para cada bando. A la prórroga. Los merengues deseaban más la victoria, su dulzura se les había resistido por mucho tiempo. Por naturaleza son golosos y estaban hambrientos.
Tras una dura espera, la gratificación largamente postergada. Habrá que hacer un poco más de espacio en el Olimpo madridista. A Sergio, por supuesto, a todo el equipo, y muy especialmente a su capitán. Ciertamente no fue su día, pero pocos, muy pocos han hecho tanto por la familia blanca.
Temporada de records, temporada de España.
Coraje, perseverancia, confianza, fe, esperanza, tenacidad... De momento ya van 10.