“ Los mejores marineros se
forjan en los mares turbulentos y los mejores negocios en las circunstancias
más difíciles “
TOCADO, TOCADO… HUNDIDO:
Imagina que vas en un barco que empieza a hacer agua. Al principio puede que no
le des mucha importancia, pero la vía es persistente. Poco a poco la sentina
rebosa, se desborda, empieza a oler mal. Poco a poco, pero persistentemente, el
nivel del agua sigue subiendo. La línea de flotación ya está sumergida. La
estabilidad empieza a resentirse. Poco a poco, pero cada vez más rápido, se van
anegando más y más compartimentos. El barco escora, las cubiertas ya no son
horizontales. Poco a poco, pero pinta mal. De repente, a lo lejos, divisas un
tronco flotando que se aleja. Dilema: ¿ Qué hago ? ¿ Me aferro a la más que
dudosa seguridad de lo conocido, o le hago caso al sentido común, que
curiosamente es el menos común de los sentidos, y me dice que la madera flota ?
El final está cantado. ¿ Te decides ya, o vas a seguir pensando qué hacer ?
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