Esta noche, a las 22:44 (hora oficial peninsular) comienza el otoño.
¡Precioso!
Para los que viven en climas fríos, que pasan una buena parte del invierno rodeados por el blanco, el colorido de la primavera debe parecer una visión espectacular. Para los que vivimos en climas templados, acostumbrados casi permanentemente a la luz y al color, puede que el otoño nos impacte todavía más, al ofrecernos el placer de disfrutar de un suave contraste de tonalidades difícilmente observables durante el resto del periodo orbital. A mí particularmente, la contemplación con todos los sentidos, de la belleza de la naturaleza en esta época, me proporciona relajación, placer, paz... y me incita a la reflexión.
Como dirían los astrólogos: recogida la cosecha, es un tiempo de analizar, corregir y planificar.
En muchas ocasiones he oído decir que no es conveniente utilizar la palabra " no ", que no es positivo, que tiene "yuyu". Puede que sí, pero como todo en esta vida es relativo, depende de las circunstancias. Desde bien pequeños, cuando empezamos a explorar y entender el mundo, hacemos frecuentemente la pregunta: ¿Por qué? Como nos da resultado, en la edad adulta seguimos utilizándola. A veces, creo que en exceso. Buscamos respuestas en el pasado, nos detenemos demasiado en él. Pero el pasado ya no tiene remedio, es sencillamente eso, pasado.
¿Y por qué NO...? Me gusta mucho más esta pregunta de presente, de espíritu de mejora (KAIZEN), de intención de superación y renovación. Puesto que el cambio es permanente en el Universo, ¿por qué NO tiene que serlo en mí? ¡Yo voy a propiciar ese cambio!
“Aprende de tu pasado, sueña tu futuro y vive tu presente“.
¡Feliz otoño!
DISFRUTA DEL CAMINO.
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