No cuesta nada, pero crea mucho.
Enriquece a quienes reciben sin empobrecer a quienes dan.
Ocurre en un abrir y cerrar de ojos, y su recuerdo dura a
veces para siempre.
Nadie es tan rico que pueda pasar sin ella, y nadie tan
pobre que no pueda enriquecer por sus beneficios.
Crea la felicidad en el hogar, alienta la buena voluntad en
los negocios y es la contraseña de los amigos.
Es descanso para los fatigados, luz para los decepcionados, sol
para los tristes, y el mejor antídoto contra las preocupaciones.
Pero no puede ser comprada, perdida, prestada o robada,
porque es algo que no rinde beneficio a nadie a menos que sea brindada espontánea
y gratuitamente.
Y si en algún momento desfallezco y estoy demasiado cansado
para brindártela,
¿ puedo pedirte una a ti ?
¿ puedo pedirte una a ti ?
Porque nadie necesita tanto una sonrisa como aquel a quien
no le queda ninguna que dar.
" Cómo ganar amigos e influir sobre las personas ", Dale Carnegie.
Recuerda que el primer viernes de octubre es el día mundial de la sonrisa.