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jueves, 9 de noviembre de 2017

BLANCANIEVES



Hasta que deja de serlo.

Lo que somos hoy, o lo que fuimos ayer tiene poca relevancia para nuestro futuro, lo importante es en quién nos estamos convirtiendo con nuestras acciones de cada día y quienes vamos a ser como consecuencia de ellas.

Del mismo modo que Einstein generalizó la idea de relatividad, extendiendo la aplicación de la transformación de Lorentz a otras leyes de la Física, se podría generalizar la idea de transitoriedad a todos los acontecimientos de la vida. Hoy es lo que es, ayer fue lo que fue y mañana puede ser cualquier cosa que no tenga nada que ver con lo que ha sido hasta ahora.

Claro que estamos sometidos a influencias externas. Formamos parte de un sistema que nos proporciona un entorno que nos arrastra y del que no podemos prescindir, pero dentro de esas limitaciones nos desenvolvemos con cierto grado de libertad. Podemos quedarnos inmóviles viendo pasar las cosas para comprobar cómo nos afectan o tratar de fijar el rumbo que nos interesa  Ésa es nuestra decisión, y en ella reside nuestra oportunidad. Ahí es donde podemos ejercer nuestras fortalezas. No debemos olvidar que para que algo relevante suceda se tienen que dar ciertas condiciones, que podemos representar de este modo:

Ser la persona adecuada, en el lugar adecuado, en el momento justo y por supuesto, y lo más determinante, ¡ pasar a la acción !

A partir de ahora, la próxima vez que nos miremos al espejo, en lugar de preguntarle otra cosa con resignación, digámosle nosotros con auténtica determinación quién va a ser el más... lo que sea.

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