TEST DE ACTITUD EMPRENDEDORA

¿ Eres R o L ?

Esto es algo así como el Rh: + o -

Blanco o negro.

¿ Cómo lo ves ?

Lleno o vacío.

Todos somos EMP. La clave está en la siguiente letra, la que viene determinada por la genética. ¿O puede adquirirse?

Si eres L, perteneces al grupo de los EMPLeados. Vives en un mundo de límites que te vienen impuestos desde el exterior y no ves más allá del horizonte que otros han dibujado para ti..

Si eres R, tu mente está abierta a nuevas experiencias. Los EMPRendedores / EMPResarios están hechos de otra pasta.

¿Con qué actitudes te identificas?

MIEDOSO o atrevido
PEREZOSO o decidido
ANCLADO AL PASADO o proyectado al futuro
CONFORMISTA o ambicioso
SUMISO o rebelde
ESCLAVO o libre
COBRO INMEDIATO o gratificación aplazada
DEPENDIENTE o autosuficiente
ACAPARANDO RESPONSABILIDADES o pensando en apalancarte
INSEGURO o arriesgado
PASIVO o hiperactivo
SUEÑAS EN PEQUEÑO o lo haces en grande
PIENSAS A CORTO PLAZO o a largo
DE CABEZA o por escrito...

¿Qué concepto sientes más cercano: ESCLAVITUD o libertad?

¡Y no he hablado de dinero!

No sé si habrás reflexionado alguna vez sobre el hecho de que el EMPLeado pierde la capacidad de empatizar y de ponerse en el lugar del cliente, porque simplemente cumple órdenes para conservar su puesto de trabajo y evitar que le despidan. Se vuelve insensible a las reclamaciones, aunque éstas sean razonables. Encuentra cualquier justificación para explicar su posición y defender los intereses de la empresa que le paga y que en el fondo ha considerado como suyos. No se da cuenta, o no quiere, de que él también es un cliente de otras muchas empresas y va a acabar siendo tratado por ellas con la misma indiferencia con la que él trata a los suyos. Esto conduce a un deterioro de las relaciones sociales cuyas consecuencias últimas todavía no alcanzamos a determinar, pero no parecen muy halagüeñas.

En una charla sobre el futuro de las pensiones patrocinada por una entidad financiera he tenido la siguiente impresión. Nada más llegar, enseguida me he dado cuenta de que la inmensa mayoría pertenecían al grupo L. El discurso giraba en torno al importe que a cada uno le iba a quedar de pensión pública y se hablaba de una media del 80 % del último salario ( hoy, pues en el futuro irá reduciéndose hasta el 60 % como ya ocurre en el resto de Europa donde los planes privados están mucho más desarrollados). Como la Seguridad Social no iba a poder satisfacer ese porcentaje se sugerían alternativas para complementar la pensión hasta ese monto. Todas por supuesto de carácter financiero. Todos parecían dar por hecho que ésas y sólo ésas eran la posibles alternativas. ¿Veis los límites de los que os hablaba antes por alguna parte?

¡Qué agobio!

Los P piensan de otra manera. ¿Quién ha dicho que alcanzada la edad de jubilación haya que renunciar a un porcentaje de los ingresos? ¿Quién ha dicho que no se puede mantener un determinado nivel e incluso seguir incrementándolo notablemente? ¿Quién ha dicho que la únicas soluciones son las inversiones financieras? ¿Quién ha dicho que la única alternativa sea pasarse la vida delegando la responsabilidad de nuestro futuro económico en el Estado o en el sistema financiero?

Cuando la inmensa mayoría asume esas premisas es que algo no va bien.

Un P puede entender lo que pasa por la cabeza de un L. A la inversa es inconcebible.

La lobotomización alcanza valores más que preocupantes.