La envidia es uno de los siete pecados capitales.
Me reconozco pecador porque envidio la creatividad, el entusiasmo, la inocencia, la perseverancia y la implicación de los niños cuando hacen o quieren conseguir algo. Es una envidia sana. ¿ O debería llamarla admiración ? No sólo eso, me he propuesto contagiarme de esa actitud y volver a disfrutar de esos placeres de la infancia. ¡ Sienta pero que muy bien !
Me reconozco pecador porque envidio la creatividad, el entusiasmo, la inocencia, la perseverancia y la implicación de los niños cuando hacen o quieren conseguir algo. Es una envidia sana. ¿ O debería llamarla admiración ? No sólo eso, me he propuesto contagiarme de esa actitud y volver a disfrutar de esos placeres de la infancia. ¡ Sienta pero que muy bien !
“ La envidia es el tributo que la mediocridad le rinde a la
excelencia “, Stephan Kaiser.
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