TUS PÁGINAS

viernes, 8 de diciembre de 2017

SI TE RINDES, PIERDES

Ayer le dieron a CR otro balón de oro, ya van 5, tantos como botas de oro, al igual que Messi. Dos astros del firmamento futbolístico que destacan sobre todos los demás. Dos fenómenos que han tenido la suerte, así lo creo yo, de compartir el mismo intervalo de la Historia, porque la grandeza de uno hace más grande al otro, y viceversa.

Al margen de la rivalidad propia de su profesión y de los colores que cada uno defiende, creo que comparten un atributo que es el que marca la diferencia de los más grandes entre los grandes.

Lo decía muy bien Zidane en las entrevistas, grabadas para la conmemoración, de los que han sido sus entrenadores. Si tiene que destacar algo de Cristiano, es su insaciable ambición.

Un líder que siempre quiere más, que cuando logra un objetivo ya está luchando por el siguiente, es el mejor referente para todos los que le acompañan y le siguen. Ronaldo no sería quien es sin su equipo, ni su equipo sería lo que es sin Ronaldo. Si ya tiene mérito destacar como líder en cualquier situación, lo es mucho más cuando se trata de ser el gigante entre gigantes.

Cuando los demás dudan o desfallecen, los destellos de un faro en medio de una tormenta, devuelven la esperanza, y eso es Cristiano, el punto de referencia que reactiva en sus compañeros la confianza en la victoria.

Un faro está pensado para destacar cuando todo a su alrededor es oscuridad, para servir de guía en la adversidad, para transmitir seguridad.


El combustible tiene que ser fiable, potente, inagotable y siempre estar ahí para dar el último empujón, la ambición.

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