He tenido el privilegio de conocer personalmente, en el mismo evento, a tres seres humanos extraordinarios.
La moderadora ha estado espectacular. Theresa Zabell, no necesita presentación. Un AS, con mayúsculas, en la manga, de oro, para más señas, cada vez que el equipo español de vela, participaba en una competición internacional del más alto nivel. Volcada ahora en su fundación, como no, ligada al mar, y en la divulgación del espíritu olímpico, que como muy bien dice ella no es exclusivo de quienes han participado en algunos juegos, sino de cualquiera que vive su vida inmerso en los valores que le son característicos. Y para muestra, un botón. Un médico, y su paciente, dos luchadores de los que nunca se rinden.
El primero también deportista olímpico, gimnasta para más señas, compaginó con mucho sacrificio y esfuerzo sus carreras deportiva y profesional. Ahora está consiguiendo sus más grandes triunfos en el terreno profesional, salvando vidas, como la de Carles, el paciente que ha puesto a prueba su vocación, sacrificio y determinación. El doctor Antoni Fraguas dice que su especialidad, la traumatología, a diferencia de otras, es agradecida, porque muchos de sus pacientes salen victoriosos de sus contratiempos.
Carles Serra, su paciente, ha superado más de 100 operaciones, en muchos momentos al borde de la muerte, con lo único que podía hacer: pelear y pelear por aferrarse a la vida. Del éxito profesional a la lucha por la supervivencia, con la ayuda de un equipo médico excepcional, incluida su mejor enfermera, su mujer, para superar una extrañísima enfermedad cutánea, que le ha pasado una elevada factura, su pierna derecha. Ahora sigue peleando por volver a caminar. Y eso es la vida, una pelea constante por sobrevivir, porque los cargos, las medallas, las victorias y las derrotas, son circunstanciales y lo único que verdaderamente importa es el ahora, y el próximo segundo, y el siguiente, y el despertar mañana tratando de ser mejores personas.
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